Vamos a cortar el lomo en tacos de unos cuatro centímetros, los acomodamos en un cacharro de plástico y los cubriremos de agua, pelamos los ajos y cortamos por medio; en un mortero, machacamos los clavos y cominos; rompemos en astillas la canela y cortamos en trozos lo pimientos; vertemos todos los ingredientes(menos el aceite) en el recipiente. Removemos toda la mezcla y catamos(con el mismo dedo, una gotilla vaya) este es el momento de agregar sal o alguno de los ingredientes, al gusto. Esta mezcla la llevamos al frío y dejamos de 48 a 60 horas, volteando el lomo dos o tres veces.
En una sartén de las que se usan de freidora( que entren holgadamente, al menos dos trozos de lomo) ponemos unos tres dedos de aceite; tenemos que freír los tacos de lomo con un fuego de medio a fuerte; que se empiecen a tostar los filos, pero que nos deje los tacos jugosos. Dejamos los tacos enfriar en un escurridor y, en el mismo aceite, freímos los restos de ingredientes más grandes(pimiento, ajo, lo que se te quede en la mano al cogerlos) a fuego medio unos 5 minutos, procurando que no se queme ninguno. Ahora buscamos el frasco u orza donde vamos a conservar el lomo, en mi tierra se utiliza una orza de barro, vale también un frasco de cristal que protegeremos de la luz. Colamos el aceite al trasvasarlo al recipiente y dejamos enfriar. Una vez frío el lomo lo acomodaremos en la orza o tarro con el aceite, ahí podrá conservarse un par de meses al menos, en un sitio fresco y seco.
Con salmorejo está genial, o sustituyendo al atún en una ensalada, o de tapa, regado con un poco de su aceite; una vez agotado el lomo, el aceite se puede aprovechar, ya veréis que aroma.
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